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Vivva, una nueva marca para un gran objetivo

Vivva es el nuevo nombre que identificará a partir de ahora al grupo empresarial IPDCIdes, cuyo objetivo es la plena integración laboral a través de empleos de calidad, sobre todo para personas con discapacidad. Leer más

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7 consejos para crear un nombre para tu empresa

Elegir un nombre para una nueva empresa o un nuevo producto no es una tarea fácil. Además las consecuencias. positivas o negativas, de la elección de un nombre pueden perdurar muchos años en el tiempo.
Sin embargo, y pese a la trascendencia del naming, demasiadas veces son los propios directivos los que se aventuran a crear ellos mismos el nombre para su empresa o un nuevo producto, menospreciando así una labor que puede traerles después numerosos dolores de cabeza.
En este post queremos darte siete consejos para que puedas crear un nombre que esté a la altura de tu idea.

1. Debe ser fácil de recordar
Evita las palabras complicadas o de difícil pronunciación, y no abuses de los anglicismos. Los nombres difíciles de recordar siempre han obligado a las compañías a invertir fuertes sumas en publicidad sólo para conseguir que los consumidores recordaran ese nombre. Hay casos memorables: Scheweppes o Schwarzkopf son buenos ejemplos. Y en lo que respecta a los anglicismos, por ejemplo, “Head & shoulders” se llama así en todo el mundo, pero en España, los directivos de Procter & Gamble decidieron cambiar ese nombre por “H&S” ante el rechazo de los consumidores españoles.
Para que un nombre fácil sea fácil de recordar debe ser un nombre sencillo, compuesto por un máximo de tres sílabas, y que se pronuncie con facilidad. Nombres como Zara o Sony son ejemplos a seguir.

2. Debe ser extensible en el futuro
El mundo cambia a una velocidad vertiginosa. Aunque ahora no te lo creas, es más que probable que la actividad principal de tu empresa puede verse modificada con el tiempo. Por ejemplo, Nintendo empezó siendo un fabricante de naipes.
Esa posibilidad recomienda elegir un nombre que pueda adaptarse a nuevas situaciones futuras. Por ejemplo, Telepizza intentó en varias ocasiones ofrecer otros productos, como hamburguesas o pasta, pero su nombre – especialmente descriptivo – fue un lastre para ese nuevo enfoque. Otro caso evidente es Telefónica, que hoy en día se ha convertido en un gigante de los contenidos digitales y las telecomunicaciones. ¿Pero quién podría imaginarse en 1924 que en la recta final del siglo iba a inventarse algo que iba a llamarse “Internet”?
Por eso es conveniente elegir un nombre que no sea descriptivo y cuyo significado no se asocie con una actividad concreta, nos evitará problemas en el futuro. Piensa en Apple, Orange o Google.

3. Debe ser internacional
Puede que ahora te parezca una locura, pero con el paso del tiempo pueden aparecer oportunidades de crecimiento que te planteen expandirte en otros países. Piensa a lo grande y tenlo en cuenta ahora. Antes de elegir un nombre, comprueba su significado en otros idiomas, especialmente, en inglés, francés, italiano o alemán, pero también, por si acaso, en ruso, chino o japonés. Nuestro mundo es cada vez más pequeño y las oportunidades pueden surgir en cualquier lugar.
Por ejemplo, cuando Mitsubishi Motors lanzó en España su modelo “Pajero”, no tardaron mucho en darse cuenta de su error y cambiaron el nombre por “Montero”. SI el nombre que hoy eliges para tu marca, detectas que en otro idioma tiene un significado obsceno, contradictorio o conflictivo, cámbialo. Además piensa en su pronunciación, procura que sea fácil de pronunciar en varios idiomas.

4. Debe ser exclusivo
Procura que tu nombre destaque, sé original. Cuanto más te diferencies de tus competidores, mejor. Si tu nombre recuerda a otras marcas, las estarás haciendo publicidad gratis y encima pasarás desapercibido, aparte de que puedas enfrentarte a desagradables problemas legales. Pepsi, por ejemplo, decidió abandonar el apellido “Cola” para diferenciarse lo máximo posible de “Coca-Cola”. Apple renunció a su nombre completo “Apple Computer Incorporation” para distanciarse de sus competidores, IBM, Microsoft o Hewlett-Packard.
Elige un nombre llamativo, distinto, sorprendente.

5. Piensa en Internet
Antes de decidirte por un nombre, piensa cuál debería ser tu dominio en Internet. Lo ideal es que registres un .es o un .com. Cuando te ronde un nombre por la cabeza, comprueba si el .es o el .com ya están registrados. Casi con toda seguridad, te llevarás la desagradable sorpresa de que ese dominio ya existe. Y ese. Y ese otro también. Sobre todo si prefieres un .com, ten en cuenta que estás compitiendo con un planeta entero. Pero no te desanimes.
Actualmente han aparecido nuevas extensiones de dominio como .info, .shop, .tv, .site, .tech, etc. También puedes retocar tu nombre, cambiando, por ejemplo, alguna letra.
Es muy importante que tu dominio en Internet sea sencillo y que coincida con el nombre de tu nueva marca. Cuando encuentres un .com o un .es que esté libre, regístralo inmediatamente, no esperes ni un segundo.

6. Protege legalmente tu marca
Antes de avanzar, imprimir tarjetas o diseñar tu web, confirma que tu marca no está ya registrada. Para asegurarte, utiliza la herramienta del site de la Oficina Española de Patentes y Marcas para comprobar si un nombre existe. www.oepm.esTe recomiendo que contrates los servicios de una empresa especializada. Nosotros trabajamos con Agenpi
www.agenpi.es. Ellos se encargarán de todo, te asesorarán y realizarán todos los trámites administrativos necesarios.
Y ten paciencia. Es obligatorio esperar un plazo de unos cuatro meses para comprobar que ninguna marca existente presenta una alegación porque considera que tu marca se parece a la suya.

7.  Provoca emociones favorables
Tu nombre debe asociarse con sensaciones, valores e ideas que sean positivas y que subrayen alguna cualidad o rasgo de tu empresa. Tu nombre debe resultar coherente con la imagen y el posicionamiento que quieres transmitir. Evita asociaciones negativas, contradictorias o confusas. SI tu nombre no tiene ningún significado, céntrate sobre todo en su fonética, observa “cómo suena” cuando se pronuncia. El simbolismo sonoro es una herramienta muy útil para provocar emociones. ¿Quieres que tu nombre se asocie con “tecnología”, “juventud”, “lujo”, “facilidad”? Por ejemplo, cuando Telefónica creó la marca Movistar, esa palabra se inspiró en dos ideas: “movimiento” y “estrellas”. Podrían haber elegido “Starmovi”, pero hubiese resultado demasiado infantil, por eso se decantaron por “Movistar”, que sonaba más tecnológico y moderno.