Otra publicidad es posible
La publicidad es uno de los pilares básicos de esta sociedad de consumo. Los anuncios ayudan a las empresas a vender sus productos y servicios a millones de consumidores. Desde hace más de un siglo su objetivo ha sido siempre económico y durante el proceso de creación publicitaria rara vez se ponían sobre la mesa aspectos morales o éticos. Lo único que importaba era vender.
Hace unos pocos años las cosas empezaron a cambiar. Y, aunque todavía hay millones de personas que viven “con el piloto automático”, cada vez son más las personas que desean un gran cambio global. De repente empezamos a oír hablar de banca ética, de agricultura ecológica, de comercio justo, de responsabilidad corporativa o de sostenibilidad.
Miles de nuevas organizaciones, entre empresas sociales, ONG´s, fundaciones y empresas responsables entraron en escena y todas comenzaron a poner en marcha sus planes de comunicación Esas empresas suelen dudar a la hora de llamar a la puerta de agencias convencionales acostumbradas a “comunicar para vender”.
Sin embargo, la publicidad no tiene por qué ser siempre un vehículo insensible al servicio de los intereses de las grandes corporaciones o de empresarios con ambiciones puramente económicas. La publicidad también puede ser un gran motor de cambios que promueva un despertar colectivo y que difunda valores que contribuyan a crear una sociedad más justa, más madura y más solidaria. Por eso, como decía Gandhi, en Materiagris nos hemos propuesto “ser nosotros el cambio que queremos para el mundo”. Nuestra nueva aventura nos lleva a ofrecer nuestros servicios a “buenas personas” y “buenas causas” y aportar así nuestro granito de arena para que las iniciativas responsables lleguen a muchas personas. La publicidad, como el dinero o la banca, puede y debe tener alma.
Agencia de publicidad para empresas y organizaciones con impacto social