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¿Poco pelo o muy, muy calvo?

Convertir una debilidad en tu principal fortaleza puede convertir tu estrategia de marketing en imbatible

Los que peinan canas (si las tienen) recordarán una serie de TV titulada “Kojak” protagonizada por un actor americano de origen griego llamado Telly Savalas. Su fisionomía coronada por una cabeza totalmente rapada se convirtió en un icono de los 70 y elevó la calvicie a símbolo de sofisticación. Varias décadas después estamos presenciando un fenómeno que nos recuerda al bueno de Telly Savalas, muchas personas que sufren alopecia han encontrado en su problema la máxima expresión de su masculinidad. La moda de raparse la cabeza al cero se ha impuesto entre los hombres e incluso se ha erigido en un sello de elegancia y distinción. Parece ser que la solución al problema de la calvicie no está en esconderla sino en mostrarla sin complejos. Leer más

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Las 10 leyes inmutables del marketing de las ONGs y las fundaciones

En 1993 los expertos en marketing Al Ries y Jack Trout escribieron un libro que pronto se convirtió en una referencia para muchos publicitarios: “Las 22 leyes inmutables del marketing”. Su obra ayudó a muchos directivos a diseñar sus estrategias de marketing y a muchos creativos a crear campañas memorables que muchos aún guardamos en la retina.

Un cuarto de siglo después, el libro de Al Ries y Jack Trout sigue siendo una referencia obligada en muchas universidades y escuelas de negocios, y pese a que aquellas 22 leyes inmutables se enmarcaban dentro de la actividad de las grandes marcas de consumo, es evidente que su fortaleza también puede utilizarse para organizaciones sin ánimo de lucro como ONGs y fundaciones.

De las 22 nosotros nos vamos a quedar con 10. Leer más

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4 reglas que toda empresa consciente debe seguir a la hora de hacer publicidad

Una empresa consciente extiende su influencia sobre sus empleados, sobre la comunidad donde desarrolla sus actividades, sobre sus clientes y proveedores y también por extensión sobre el planeta. Por eso es importante para una empresa consciente considerar la comunicación no como un proceso unidireccional sino como una gran conversación. 

Seth Godin, uno de los gurús del marketing más venerados en la actualidad, definió el proceso de comunicación como una rueda de cuatro fases que se iban repitiendo a lo largo del tiempo. Según Godin los seres humanos actuamos como tribus y la tecnología de la que hoy disponemos amplifica ese comportamiento grupal creando redes que nos conectan y que propagan las ideas a una velocidad hasta ahora inimaginable. 

Esas cuatro fases se han convertido en cuatro reglas de oro que todo empresario consciente debe conocer para lanzar y difundir su proyecto:

1º. Cuenta tu historia

Seguro que tu empresa tiene una buena historia que contar. Los americanos lo llaman “storytelling” y nosotros siempre lo hemos llamado “narrativa”. Cuenta quién eres, lo que haces y comparte tus opiniones y tus ideas. Crea contenidos interesantes que demuestren tu experiencia en tu especialidad: vídeos, fotos, artículos, noticias, reportajes, emailings, entrevistas, carteles… Cuanto más personalices tu marca en ti mismo o en ti misma, más conectarás emocionalmente con tus clientes. Por ejemplo, si tu empresa es un centro de yoga crea vídeos que muestren clases para principiantes o si fu empresa es un restaurante vegetariano difunde recetas en tu blog y en tus redes sociales.

2º. Conecta con tu comunidad de interés

Tu historia se convertirá en el inicio de una gran conversación. Hay muchos miles de personas a las que les interesa lo que haces. El problema es que la mayoría no te conocen. Por eso primero debes definir con detalle a qué población te diriges; su perfil psicológico, su edad, su lugar de residencia, sus gustos, sus preferencias… y luego conectar con ellos allá donde estén: en las redes sociales, en Internet, en sus casas, en su oficina, en la calle… Tus contenidos deberán ser el imán que atraiga su atención y si les convencen se convertirán en tus fans, se suscribirán a tu blog, te seguirán en twitter y se harán tus amigos en facebook. Con el tiempo ese interés se traducirá en ventas.

3º. Lidera un movimiento

Cuando esas personas se conectan a través de las redes sociales o en actos públicos como conferencias, reuniones o presentaciones esas personas empiezan a conformar un movimiento que te seguirá y dará a conocer tu marca y tus actividades. Tú deberás liderar ese movimiento y ellos se convertirán en tu mejor campaña de publicidad. Las relaciones estables y duraderas se convierten siempre en clientes fieles y en prescriptores incondicionales. 

4º. Provoca un cambio

Tus objetivos van más allá de unas cifras de ventas. La misión de tu organización será tu humilde pero generosa contribución al bienestar de tu comunidad. El movimiento que habrás generado en torno a tu proyecto ayudará a convertir nuestro mundo en un lugar mejor para vivir y la huella de tu actividad será cada vez más grande y más notoria.

La sucesión de estas cuatro fases garantizará a las empresas conscientes un proceso de comunicación fluido y participativo donde las marcas y las personas se conectarán formando una unidad de bien común.